Con cánticos, Señor,
Mi corazón y voz
Te adoran con fervor,
¡Oh Trino, Santo Dios!
En tu mansión yo te veré,
Y paz eterna gozaré.
Tu mano paternal
Trazó mi senda aquí;
Mis pasos, cada cual,
Velados son por ti.
En tu mansión yo te veré,
Y paz eterna gozaré.
Innumerables son
Los bienes, y sin par,
Que por tu compasión
Recibo sin cesar.
En tu mansión yo te veré,
Y paz eterna gozaré.
Tú eres, ¡oh Señor!
Mi sumo, todo bien;
Mil lenguas tu amor
Cantando siempre estén.
En tu mansión yo te veré,
Y paz eterna gozaré.